Dos jóvenes perdidos en una carretera secundaria, deciden compartir parte del camino y acompañarse a cumplir las promesas que les han llevado hasta aquel encuentro casual. Ella, querrá despedirse por última vez de su madre; él, encontrarse con el hijo al que no conoce. Un viaje que les ayudará a entender que en la vida, siempre existen las segundas oportunidades.

Cuando nada importa se adentra en la incertidumbre vital de dos jóvenes desarraigados y perdidos en sus propias circunstancias.
Dos jóvenes que se sienten defraudados por los acontecimientos de su existencia y por el hecho de que su vida no tiene ninguna similitud a la que imaginaron de pequeños. Cuando nada importa es un intenso viaje por la ilusión perdida, por los sueros rotos y por la aceptación del fracaso personal. Un punto de partida hacia la transformación interior y la búsqueda del sentido de la vida, que todos en un momento u otro, nos hemos planteando.

FICHA TÉCNICA
Director y guionista: Lluc Oliveras
Productores ejecutivos: Santiago Pumarola, Lluc Oliveras, Sergi Oliveras, Josep Ramón Moreso, Leo Torres
Fotografía: José Ramón Moreso
Dirección artística: Kate Connelly
Sonido: Ryan Musha
Montaje: Sergi Oliveras
Música original: Lluc Oliveras

FICHA ARTÍSTICA
Alma: Roberta Pasquinucci
Bruno: Biel Querol

Cuando nada Importa cuenta la historia de dos almas errantes (Bruno y Alma), que se encuentran en un punto indeterminado de sus vidas. Un encuentro casual que les llevará a compartir intimidades, preocupaciones y reflexiones sobre el sentido de todo cuanto les rodea. Aunque desconocerán que ambos tienen un objetivo a cumplir, que casualmente les llevará al mismo destino. Bruno y Alma se conocerán en una parada de autobús perdida. Un solitario lugar en el que empezarán a congeniar a partir de una conversación casual y que les empujará lentamente a conocerse y abrir sus almas. Poco a poco, y mediante un largo paseo, llegarán a confesarse y a compartir sus vivencias y tormentos más profundos, expresando su particular forma de enfrentarse al mundo. Por un lado, Bruno -que cumple condena por una mala decisión tomada cuatro años atrás, justo antes de que naciera su hijo- necesita comprobar que su pequeño está bien. Razón por la que en su primer permiso penitenciario decidirá ir a su encuentro para poderle ver, aunque sea desde la lejanía. Por otro lado, Alma -que fue abandonada por su madre cuando sólo tenia cinco años-, busca quedar en paz con la memoria de su madre. Una mujer con la que había perdido todo contacto hasta un año atrás, y a la que reencuentra para pasar los últimos meses de vida. Razón por la que Alma decide cumplir con la última voluntad de su madre, que no es otra que la de desprenderse de sus cenizas en el pantano de Faió -lugar dónde la madre nació-. Pero no todo saldrá como era de esperar, y Nuno -el hijo de Bruno- no estará en el lugar previsto. De modo que ante el desespero del presidiario, Alma decidirá acompañarle hasta dar con lo único que le motiva en esta vida. De alguna forma, ambos se acompañarán en los momentos más complejas de sus vidas, y juntos emprenderán un largo camino hasta conseguir dar con el pequeño. Eso sí, dispondrán de sólo 48 horas para poderle ver, antes de que Bruno tenga que regresar a la cárcel Modelo, en la ciudad condal. Un tiempo escaso para conocerse, y comprender que en la vida aún existe la esperanza de alcanzar la felicidad. Un viaje para creer en las segundas oportunidades.