Caos
Puerto Rico está perdiendo la confianza en sus partidos políticos que durante años se apoderaron de leales fanáticos. El pueblo eligió con los ojos cerrados a su primer gobernador independiente solo para que los rebeldes derrocaran su régimen corrupto. El país ha dado vueltas. A este caos se suma el hecho de que un misterioso virus, que se ha apoderado de nuestro suministro de agua de ríos y lagos, ha infectado a gran parte de los ciudadanos con síntomas como deterioro de la piel, sensibilidad extrema a los sonidos y, en cuestión de días, muerte.